godaddy

sábado, 10 de abril de 2010

LUCERO DEL ALBA

Antes del alba me levanto a contar las estrellas.
Una a una entran en mi bolsillo y corro por los caminos desiertos.
Mi tesoro es luz eterna que se expande y llena el universo.
En el amanecer, los megabytes se cruzan con los ruidosos servidores.
Los periféricos contrastan con las impresoras en un cielo azul.
Una nube se acerca llena de esperanza secreta.
La tomo entre mis manos y te descubro, dormido.
Te abrazo y te arrullo entre mis fuertes brazos.
Guardé una estrella para ti.
Es la más brillante del firmamento.
El día cibernético recién comienza.
Duerme, lucero del alba,
que el cenit nos encontrará juntos.